Entendemos "la seguridad sustentable" como aquella situación que se mantiene en el tiempo, producto de la aplicación de las medidas necesarias, sociales, culturales, políticas y económicas que nos permita "alcanzar un grado seguridad aceptable, de libertad frente al peligro y a la necesidad"1. Habiendo previsto el antes, el durante y el después; teniendo en cuenta el "medio" donde se sucita las acciones delictivas.
Debemos proseguir, trabajando hacia una seguridad aceptando lo incontrolable. Empezando cada uno desde su lugar; dejando de lado los discursos de culpas que no hacen otra cosa que desviar la atención y el esfuerzo, justificando la inacción de nuestras voluntades.
Hace tiempo que se viene pensando y hablando en la relación necesaria de todos los actores públicos y privados que vinculan a la seguridad. En este artículo, nos referimos a los lazos a generar entre empresas, policías y fuerzas de seguridad. Si bien la Ley 12297 (Bs As) y la Ley 1913 (CABA) prevee el auxilio a la fuerza pública en situaciones particulares y enunciadas, instrumentar la concepción, en materia de prevención y aviso de los agentes de seguridad privada, fundamental para sumar nuevas figuras al esquema de protección generado. De esta manera, estaremos contribuyendo en forma concreta, a un desarrollo sustentable de seguridad; no sólo para aquellos que poseen el pasar económico para sumar nuevos vigías a sus propiedades, sino ampliando el espectro de integración y prevención de la comisión de delitos; que al fin de cuentas, se genera en ámbitos diversos, difusos e incontrolables por porciones separadas de los interventores en la materia.
Desde el ámbito de la seguridad privada, marcar el norte hacia la prevención de condiciones y acciones, aumentando la capacidad de cada vigilador de minimizar los comportamientos y situaciones delictivas sumado a una respuesta rápida, efectiva y racional. Generar el cambio en la respuesta netamente coercitiva, reacción natural ante una agresión propia, por aquella que garantice las más apropiada, teniendo en cuenta las bifurcaciones incalculables y no previsibles de un "momento de inseguridad".
Del lado de la segurida pública, recibir, procesar y dar el mejor cause ante la comunicación de novedad que puedan generar vigiladores en las zonas. Para tener en cuenta, según datos recopilados por la nación de organismos oficiales, ..."en la provincia de Buenos Aires se encuentran 786 agencias de seguridad registradas que cuentan con 38.255 vigiladores habilitados, según datos de la Dirección General Fiscalizadora de Agencias de Seguridad Privada, a cargo de Carlos Manuel Pousada, que depende del Ministerio de Seguridad. En la ciudad de Buenos Aires están registradas 260 empresas de seguridad, con unos 11.000 vigiladores habilitados. Hay además 7600 objetivos denunciados, es decir, lugares físicos donde las empresas cumplen tareas de vigilancia. Debe agregarse además la seguridad electrónica: nueve empresas habilitadas prestan este servicio y tienen alarmas instaladas en 12.000 domicilios particulares, bancos y compañías. Esos son los números de la legalidad. Pero puede calcularse que, por cada uno de los 50.000 vigiladores habilitados para trabajar en las dos jurisdicciones, hay otros tantos "en negro"..."2.
Las cifras, ya no son necesarias a esta altura para justificar la conexión inevitable entre el sector público y privado.
Lic. Ricardo Martín Lupo
Debemos proseguir, trabajando hacia una seguridad aceptando lo incontrolable. Empezando cada uno desde su lugar; dejando de lado los discursos de culpas que no hacen otra cosa que desviar la atención y el esfuerzo, justificando la inacción de nuestras voluntades.
Hace tiempo que se viene pensando y hablando en la relación necesaria de todos los actores públicos y privados que vinculan a la seguridad. En este artículo, nos referimos a los lazos a generar entre empresas, policías y fuerzas de seguridad. Si bien la Ley 12297 (Bs As) y la Ley 1913 (CABA) prevee el auxilio a la fuerza pública en situaciones particulares y enunciadas, instrumentar la concepción, en materia de prevención y aviso de los agentes de seguridad privada, fundamental para sumar nuevas figuras al esquema de protección generado. De esta manera, estaremos contribuyendo en forma concreta, a un desarrollo sustentable de seguridad; no sólo para aquellos que poseen el pasar económico para sumar nuevos vigías a sus propiedades, sino ampliando el espectro de integración y prevención de la comisión de delitos; que al fin de cuentas, se genera en ámbitos diversos, difusos e incontrolables por porciones separadas de los interventores en la materia.
Desde el ámbito de la seguridad privada, marcar el norte hacia la prevención de condiciones y acciones, aumentando la capacidad de cada vigilador de minimizar los comportamientos y situaciones delictivas sumado a una respuesta rápida, efectiva y racional. Generar el cambio en la respuesta netamente coercitiva, reacción natural ante una agresión propia, por aquella que garantice las más apropiada, teniendo en cuenta las bifurcaciones incalculables y no previsibles de un "momento de inseguridad".
Del lado de la segurida pública, recibir, procesar y dar el mejor cause ante la comunicación de novedad que puedan generar vigiladores en las zonas. Para tener en cuenta, según datos recopilados por la nación de organismos oficiales, ..."en la provincia de Buenos Aires se encuentran 786 agencias de seguridad registradas que cuentan con 38.255 vigiladores habilitados, según datos de la Dirección General Fiscalizadora de Agencias de Seguridad Privada, a cargo de Carlos Manuel Pousada, que depende del Ministerio de Seguridad. En la ciudad de Buenos Aires están registradas 260 empresas de seguridad, con unos 11.000 vigiladores habilitados. Hay además 7600 objetivos denunciados, es decir, lugares físicos donde las empresas cumplen tareas de vigilancia. Debe agregarse además la seguridad electrónica: nueve empresas habilitadas prestan este servicio y tienen alarmas instaladas en 12.000 domicilios particulares, bancos y compañías. Esos son los números de la legalidad. Pero puede calcularse que, por cada uno de los 50.000 vigiladores habilitados para trabajar en las dos jurisdicciones, hay otros tantos "en negro"..."2.
Las cifras, ya no son necesarias a esta altura para justificar la conexión inevitable entre el sector público y privado.
Lic. Ricardo Martín Lupo
BIBLIOGRAFÍA:
1-Enrique Del Percio; Prejuicio, Crimen y Castigo, Editorial Sudamericana, edición 2010 - Se recomienda el mencionado título para profundizar el tema de la "seguridad sustentable".
2-http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=704267
2-http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=704267
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